Sancho Panda Sport

Desde que Remigio volvió a Madrid no había vuelto arrancar, el carburador había dicho basta, porque no ralentizaba bien. Pero por suerte eso ya es cosa del pasado, porque el pasado fin de semana, se dio con la "avería" y se reparó trampeó el carburador para que al menos arrancase.

El motor al completo, por poco tiempo...

Por la mierda suciedad del carburador se veía que el coche no había tenido muy buena vida...

Después de un buen limpiado con brocha y gasolina se revisó el funcionamiento del chiclé de ralentí (en la foto, el del cable rojo), principalmente porque es el primer sitio por donde tiene que pasar la gasolina... Al desmontarlo y probarlo en una batería se vio que efectivamente no funcionaba, este chiclé es eléctrico, en su interior tiene una aguja que al dar el contacto una aguja se retrae y deja pasar la gasolina, permitiendo el encendido del motor. Pero este mecanismo no funcionaba como debía de funcionar y la gasolina no llegaba a pasar al carburador... Para solucionarlo se optó por una medida un poco drástica, pero efectiva que convertiría el carburador en uno mas "manual", para ello se cortó la aguja, con esto se quedó el problema solucionado...

Carburador montado y "reparado"

Al día siguiente, como Remi ya arrancaba se procedió ha hacer lo siguiente de la lista: el reglaje de válvulas o balancines... Para poder llevarlo a cabo Chema recurrió a la experiencia y sabiduría de su padre (mecánico de profesión y al cual le agradecemos la ayuda) porque sus conocimientos en mecánica no son tan amplios...


Aunque según el manual de taller del coche marcaba un reglaje de 0,15 para las válvulas de admisión y 0,20 las de escape, se dejaron a 0,20 todas dado que el desgaste del coche hace casi imposible dejarlo bien reglado a 0,15... además bastante mejor que la holgura que traian... vamos que lo necesitaba como el comer.


Antes de perder tiempo en limpiar la tapa de balancines, se montó una que Chema tenia de repuesto y muerta de asco en el trastero...

Las comparaciones son odiosas, pero... en este caso mejor la nueva. ¿no?

Al retirar el gato se descubrió que el cárter había pasado ya la dura prueba del Panda Raid, el anterior dueño usaba el coche por el campo sin cubre cárter y el pobre se había llevado una mala vida por los caminos del señor... menos mal que tenemos uno de recambio listo para cambiárselo, pero esto se quedaría para otro día.


Una vez terminada la parte de mecánica correspondiente, se aprovechó que hacía buen día para cambiar los bombines de las cerraduras. La puerta del conductor no cerraba, la del copiloto estaba bien, pero se cambió por la comodidad de llevar la misma llave para todas las puertas y la del portón trasero también se cambió para que fuese en el mismo juego de llaves. Y como no el resbalón de la puerta del conductor que hacía que sacar el brazo por la ventanilla (que ya ni sube ni baja) fuese una misión suicida... eliminando así el "abre-fácil" que nos enseñaba Javi en el vídeo de presentación de Remigio...

Cerraduras de la puerta del piloto: a la izquierda la nueva y a la derecha la original.

El fin de semana dio para mas, como desmontar el salpicadero, pero esto nos lo reservamos para la siguiente entrada (que no tardará) porque aunque sabemos que tenéis ganas de más queremos que no os deis el atracón, no vaya a ser que nos dejéis de leer...