Sancho Panda Sport

La Escudería Sancho Panda Raid la formamos cuatro amigos locos por los coches clásicos, en especial el Seat 600, que llevados por la afición y las ganas de aventuras, y movidos por la solidaridad hemos creado la escudería para participar en el Panda Raid 2015 (y quizá mas). Pero mejor nos presentemos nosotros mismos:

Desde siempre me ha llamado el mundo de la mecánica y todo lo que tuviese ruedas. Empecé con las bicicletas y después me pasé a trucar motos, transformándolas para sacarles mas rendimiento. Siendo mas mayor me pasé a los coches, mi primera transformación a una Citroën C15 que le cambié el su motor por un motor turbo de Peugeot. Sintiendo pasión por los clásicos desde pequeño, en la actualidad soy propietario de cuatro: un Seat 600 Abarth, un Seat 124, un Land Rover Santana y un Seat Ibiza mk2, a parte de varias motos antiguas como dos Montesas, una Punch y una Gac del 57.

Siempre me ha llamado la atención la competición automovilística y sobre todo la aventura del Dakar. Ese fue el detonante para aventurarme a hacer el Panda Raid.

Criado entre los coches del taller mecánico de mi padre, siempre me han gustado los coches, en especial el 600 y todos aquellos que veía en el taller de mi padre, coches que ahora son clásicos. Con la mayoría de edad y mi primer trabajo de informático compré mi primer coche en propiedad, un Seat 600 E del 72 con matrícula de Madrid, haciendo realidad un sueño de la infancia. Años después lo restauraría y prepararía codo con codo junto a mi padre en el garaje de casa contando todo el proceso en un blog, con el que gané el premio al Mejor blog del motor en la V Edición de los Premios 20 blogs del diario 20 minutos y siendo uno de los cinco elegidos del jurado a optar al premio en metálico de 3.000 euros. Actualmente reparto mi tiempo entre paseos por la naturaleza y pruebas esporádicas de regularidad con mi coche.

El Panda Raid puede ser catalogado de locura o aventura, según se mire, yo lo veo como un pequeño Dakar con la posibilidad de ayudar a gente necesitada. Sin duda mi afición a los clásicos y contar con amigos de afición dispuestos a hacerlo es un gran incentivo, pero si satisfacer el sueño de participar en el Dakar (o al menos algo parecido) le añadimos la posibilidad de colaborar con una asociación para el desarrollo de la educación infantil en lugares necesitados, se convierte en algo mas grande. En el Panda Raid espero ganar experiencias, nuevos amigos, y sobre todo poder ver la cara de esos niños al recibir nuestra pequeña aportación.

Toda mi vida tanto laboral como personal ha estado y está ligada con el mundo del automóvil. Titulado en Formación Profesional, en la rama de automoción. Ejercí como mecánico en diversos concesionarios de Barcelona de las marcas Volkswagen y Rover. También trabajé como taxista en Barcelona hasta que dio un rumbo en mi vida profesional, dedicándome en la actualidad a la formación vial, como profesor de autoescuela, y formador en la obtención del permiso para conducir mercancías peligrosas y formador CAP, tanto de mercancías como viajeros. Paralelamente he compaginado mi profesión con mi afición, siendo participante en el Campeonato de Catalunya de Slaloms (Seat Marbella Proto,1.8), el de rallyes de asfalto ( Peugeot 205 Rallye, Renault 5 GT Turbo, Peugeot 106 Rallye, Ford Escort RS Turbo) y de tierra (Audi Coupé S2 Proto y Seat León Cupra Proto). Participo con uno de mis vehículos clásicos ( BMW 635 CSI) en rallyes de regularidad. Poseo varios vehículos más: Seat 600 L Especial, Seat 600 D, Renault 12 TL, Lada Niva y Suzuki Santanta SJ 410). En cuanto a motos dispongo de una Suzuki VStrom DL 650

Pienso que es una manera muy atractiva de disfrutar tanto de la conducción en un entorno totalmente diferente y de colaborar con el desarrollo de un país necesitado. El sentirte partícipe en una pequeña medida de la escolarización de futuras generaciones es un incentivo más para involucrarse en este proyecto.

Desde mi mas tierna infancia, siempre quise tener un coche, el 127 de mi abuelo, que como es normal, no pudo ser pues yo era pequeño. Durante mi vida he ido aprendiendo de este (mi abuelo) todo lo que sabía de mecánica, pues este es mecánico tornero y me fui aficionando a los clásicos. Mi primer coche fue un Suzuki SJ410 heredado de mi padre, que tras 25 años de duras batallas por el campo, restauré y pinté íntegramente, después vino mi ansiada joya, un 600D que me regalo un amigo (tras varios años de negociaciones) y restauré comenzando por el motor en el trastero de mi recién estrenada casa junto al abuelo, y tras él han llegado cursos de mecánica, de chapa y pintura, y otras pequeñas bellezas a mi colección como son un Mini Cooper y otro 600, en este caso un L con motor Abarth. Mis últimos pasos se han encaminado en el proyecto de mi propio taller para poder trabajar con estos coches y los de mis amigos en mi tiempo libre.

Para mi esta aventura, ante todo, supone un orgullo por el mero hecho de fomentar la ayuda a regiones del mundo con menos posibilidades y el esfuerzo como mecánico de hacer que nuestras máquinas crucen el desierto para poder realizar esta labor en persona (tengo mucha ilusión en ver la cara de los niños cuando les hagamos entrega de los objetos que les llevamos para su crecimiento personal).