Sancho Panda Sport

Aunque la semana pasada estuvimos organizando el viaje a Valencia para recoger el material escolar que nos han donado, hubo también tiempo para avanzar el proceso de preparación de Remigio. Durante los días del puente de diciembre, se hicieron varios trabajitos que teníamos pendientes de reparar en Remigio para que volviese a ser un coche decente.

El primer trabajo del puente fue cambiar los terminales oxidados de la batería por unos relucientes y dorados terminales nuevos.

La siguiente tarea fue algo mas sencilla, basándonos en la experiencia de la instalación del cuadro auxiliar de Raidmundo, se hicieron los mismos agujeros para pasar los cables de los sensores y faros. Dejándolo listo para únicamente pasar empezar a conectar los cables a sus respectivos elementos.

Ya armado con unas tijeras de podar, Chema se desestreso a base de bien quitando toda la moqueta con cierto aroma a gallinero que hacia que aun forrando el coche de ambientadores de pino siguiese siendo una granja...

No sin encontrarse alguna sorpresa debajo de la moqueta... al parecer el coche había recibido un señor cantazo en los bajos haciendo que le saliese un "chichón" al piso... pero gracias a una maza de mecánico y dos golpes secos, se quedó como nuevo...

Para rematar la mañana del sábado se cambió el elevalunas de la puerta del conductor que por arte de magia había dejado de funcionar, se instaló el asidero del copiloto y se volvió a revisar el problema del fallo del piloto trasero izquierdo que por suerte fue reparado el jueves pasado.

El jueves pasado, al llegar del trabajo el ansiado escape de Remigio había llegado a casa de Chema, si lo montaba esa misma tarde conseguiría dejar como una anécdota el escandaloso a la vez que cutre escape "deportivo"...

En cuestion de media hora el escape nuevo de Remigio estaba montado, con silentblocks nuevo y a falta de ajustar bien el ralenti y el carburador para que funcione a la perfección, se nota mucho que ahora retiene mejor y aguanta mas al ralenti.

Y para rematar la fria tarde y llenar mas de jubilo el trabajo, al echarse debajo del coche Chema vió la autentica chapuza que habían hecho o había hecho el escape... La luz de matricula no funcionaba (no nos habíamos dado cuenta) y era porque los cables estaban literalmente cortados, quemados o lo que fuese, el caso es que hacía que la masa del piloto trasero izquierdo no funcionase correctamente haciendo que al pisar el freno se encendiese el chivato de la antiniebla. Con la emoción de haber solucionado el problema que llevaba a Chema por la calle de la amargura, le instaló los espejos de la Seat Terra que son mas grandes y por lo tanto se ven mejor.

Con esto Remigio podria haber quedado listo para el viaje a Valencia, pero el sábado se descubrió un charco de aceite bastante grande debajo del coche, todo causado porque la junta del carter que se montó quedó mordida y había tirado todo el aceite que le habiamos cambiado, y ya no teníamos tiempo para poner una nueva junta, por lo que Remigio se quedaría descansando el fin de semana.